Estrategias para minimizar el tiempo de inactividad: Equilibrando productividad y criterios ESG

Pablo Martínez Cárcel
Director de sucursal
Radwell International España
Diversos estudios han confirmado que el mantenimiento predictivo se ha consolidado como una estrategia fundamental para las empresas que buscan mitigar los crecientes costos derivados de los tiempos de inactividad no planificados. Sin embargo, la mayoría de los fabricantes aún operan con equipos de más de una década de antigüedad, lo que obliga a encontrar un equilibrio entre la gestión de la obsolescencia, la prevención de paradas no programadas y el cumplimiento de los objetivos de productividad y sostenibilidad empresarial, alineados con los criterios ESG (Environmental, Social and Corporate Governance). En este contexto, Pablo Martínez Cárcel, Director de Radwell International España, ofrece su visión.
Según el informe de Siemens titulado The True Cost of Downtime 2024, el impacto económico del tiempo de inactividad ha crecido de forma significativa en todos los sectores industriales en los últimos cinco años. Dicho informe destaca que, actualmente, el tiempo de inactividad no previsto representa el 11% de los ingresos de las 500 empresas más grandes del mundo, lo que se traduce en una pérdida de 1,4 billones de dólares, una cifra equivalente al PIB anual de una nación industrializada como España.
Este fenómeno no solo afecta a las grandes corporaciones, sino que, según un informe reciente de Eriks y el Instituto de Ingeniería y Tecnología (IET), más del 50% de los equipos utilizados en el 65% de las fábricas tienen más de diez años. Además, más del 70% de las empresas gestionan equipos para los que ya no están disponibles piezas de repuesto OEM.
Mientras que los fabricantes de equipos se han centrado en la Industria 4.0 y el Internet Industrial de las Cosas (IIoT) como soluciones para reducir el tiempo de inactividad, la mayoría de las empresas aún utilizan equipos antiguos. Esto plantea la pregunta: ¿cómo puede la sostenibilidad empresarial, promovida por los criterios ESG, integrarse eficazmente con la necesidad de maximizar el rendimiento de los activos obsoletos?
BENEFICIOS DE LAS PIEZAS DE REPUESTOS EN EL MARCO DE LOS CRITERIOS ESG
Adoptar piezas de repuesto en lugar de realizar reemplazos completos tiene un impacto directo en la reducción de recursos, generación de residuos y consumo energético. Este enfoque promueve una gestión responsable de los activos, extendiendo su vida útil de manera más sostenible. A continuación, se describen los principales beneficios asociados:
Beneficios Medioambientales:
- Eficiencia en el uso de recursos: La utilización de piezas de repuesto garantiza que los componentes funcionales de los sistemas se mantengan operativos, reduciendo la necesidad de materias primas adicionales.
- Reducción de residuos: El reemplazo de piezas genera menos residuos en comparación con la sustitución total de sistemas, promoviendo la economía circular.
- Menor huella de carbono: La fabricación de piezas de repuesto generalmente requiere menos energía y emite menos gases de efecto invernadero que la producción de equipos nuevos.
- Ahorro de agua y energía: La producción de recambios consume menos recursos como agua y energía en comparación con la fabricación de sistemas completos.
Beneficios Sociales:
- Impulso a la economía local: La adquisición y reparación de piezas de repuesto a menudo involucra a proveedores locales, lo que contribuye a fortalecer la economía y a la creación de empleo.
- Confianza del consumidor: El uso de piezas de repuesto demuestra un compromiso con la calidad y la satisfacción del cliente, prolongando la vida útil de los sistemas.
Beneficios para la Gobernanza Corporativa:
- Gestión responsable de los recursos: La elección de piezas de recambio refleja una práctica sólida de gobernanza corporativa, que considera los impactos a largo plazo de las operaciones.
- Mitigación de riesgos: Utilizar piezas de repuesto minimiza algunos riesgos relacionados con la sustitución total de sistemas, como la interrupción de la producción, problemas de cumplimiento normativo o daños a la reputación de la empresa.
- Transparencia y responsabilidad: Integrar el uso de recambios en las políticas de sostenibilidad de la empresa demuestra un compromiso con la transparencia y la gestión responsable de los impactos medioambientales.
FASES ESTRATÉGICAS PARA LA GESTIÓN DEL MANTENIMIENTO Y LA OBSOLESCENCIA
Para lograr estos beneficios ESG, las empresas deben adoptar un enfoque estratégico que combine el mantenimiento predictivo y la gestión de la obsolescencia, que puede abordarse en varias fases clave:
Evaluación de Riesgos:
La identificación de los activos críticos es fundamental para comprender los riesgos asociados a la obsolescencia. Esto implica realizar una evaluación tanto cualitativa como cuantitativa, basándose en datos como registros de mantenimiento, fiabilidad del proveedor y acuerdos de servicio (SLA). Además, estudiar los planes de fin de línea (EOL) de los fabricantes ayuda a mitigar el riesgo de discontinuidad en la asistencia o actualizaciones tecnológicas.
Reparaciones:
En caso de fallo, es vital determinar qué componentes pueden repararse y cuáles no, según los tiempos de respuesta requeridos. Es esencial contar con un proveedor de servicios fiable y con los recursos necesarios para llevar a cabo las reparaciones de manera eficiente.
Gestión de Piezas de Repuesto:
Mantener un inventario adecuado de piezas de repuesto es fundamental para minimizar los tiempos de inactividad. La disponibilidad inmediata de piezas esenciales para la producción permite sustituir rápidamente componentes defectuosos y devolverlos al ciclo de mantenimiento para futuras reparaciones. Esto reduce tanto el tiempo de inactividad como los costes asociados a la gestión de repuestos.
Estrategia de Actualizaciones:
El plan de actualización de equipos debe ser proactivo, evitando la actualización de dispositivos durante periodos de inactividad inesperados. Este plan debe especificar qué equipos son aptos para ser actualizados, cuándo debe realizarse la actualización y qué proveedores pueden realizar estos cambios.
Las actualizaciones tecnológicas no solo mejoran la fiabilidad y el rendimiento de los sistemas, sino que también pueden generar ahorros energéticos y de costes operativos. Los equipos más antiguos, especialmente aquellos obsoletos, pueden presentar costes elevados en piezas y repuestos, por lo que la modernización representa una alternativa más rentable y eficiente.
CONCLUSIÓN
En un entorno industrial donde los costos del tiempo de inactividad están alcanzando cifras alarmantes, adoptar un enfoque que integre el mantenimiento predictivo, la gestión de la obsolescencia y los principios ESG es clave para garantizar la competitividad a largo plazo. Las empresas deben considerar las soluciones tecnológicas actuales y futuras, manteniendo un equilibrio entre la productividad, la sostenibilidad y la eficiencia operativa.